¿Qué intervenciones son comunes para niños con trastornos del
espectro autista?
Uno de los aspectos más importantes de un programa de intervención
es que es adaptado para cubrir las necesidades individuales de su niño y su
familia. Mucho más importante que el nombre del programa(s) es la manera en que
el ambiente está estructurado y qué estrategias educativas se implementan para
cumplir con las metas de su niño y su familia.
Muchas veces, varios proveedores trabajan con un niño que tiene trastorno del espectro autista, incluyendo a patólogos del habla-lenguaje, terapeutas ocupacionales, terapeutas físicos, y terapeutas de comportamiento. Estos servicios pueden ser proporcionados en la escuela del niño después de completar una evaluación para determinar si el niño es elegible para el servicio(s) específico(s). Las familias pueden también decidir buscar estos servicios de manera independiente con profesionales privados en la comunidad. Mantener un contrato cercano con los proveedores de su niño con el propósito de conocer las estrategias que están trabajando, lo que puede ayudar a utilizar estas mismas en distintos ambientes (escuela, hogar, terapia). De esta manera el niño aprenderá a utilizar estas habilidades en múltiples entornos. Su hijo puede no necesitar servicios de todos los proveedores en la lista a continuación, aún así se describen sus roles brevemente junto con enlaces a los sitios de internet de sus organizaciones profesionales, en caso de que usted desee información adicional.
Patólogos del habla-lenguaje (SLP,
Speech-Language Pathologists, por sus siglas en inglés) están entrenados en la evaluación, el tratamiento, y la prevención
de los trastornos de comunicación. Típicamente, evalúan y dan tratamiento para
las dificultades de comprensión y expresión del lenguaje, así como para
problemas con el habla, tales como la articulación y la fluidez. Debido a que
la comunicación es un área de dificultad significativa para los niños con
trastornos del espectro autista, los patólogos del habla-lenguaje son a menudo
una parte crucial del equipo de intervención. Además de ayudar con las
habilidades de comunicación funcional y atender dificultades del habla, los
patólogos del habla-lenguaje pueden ayudar con los aspectos pragmáticos (por
ej., sociales) del lenguaje. Los niños a menudo se benefician de aprender como
comenzar y finalizar una conversación apropiadamente, así como de estrategias
para ayudarlos a mantener una conversación sobre una variedad de temas. Para
más información, vea el sitio de internet de la Asociación Americana del Habla
y la Audición (American Speech and Hearing
Association) en www.asha.org.
Terapeutas ocupacionales (OTs,
Occupational Therapists, por sus siglas en inglés) usualmente se concentran en ayudar a desarrollar las habilidades
motoras finas de los niños (por ej.: escribir, abotonar, poner en un gancho,
cerrar una cremallera (cierre), a procesar la información captada por sus
sentidos, y a realizar actividades de la vida diaria (por ej.: comer, vestirse,
arreglarse). Las dificultades con las habilidades motoras finas y los problemas
sensoriales pueden impactar el comportamiento y funcionamiento de un niño en el
ambiente del salón de clases. Pueden experimentar una frustración aún mayor con
la escritura, incluso con las asignaciones breves. Pueden ponerse nerviosos al
recibir demasiada aportación sensorial o distraerse como consecuencia de
recibir muy poca aportación sensorial. Las intervenciones diseñadas por un
terapeuta ocupacional especialmente entrenado en estrategias para atender
cuestiones sensoriales pueden ayudar a manejar y mejorar el funcionamiento de
un niño debido a estas dificultades. Para más información, vea el sitio de
internet de la Asociación Americana de Terapia Ocupacional (American Ocupational Therapy Association)
en www.aota.org.
Terapeutas físicos (PTs,
Physical Therapists, por sus siglas en inglés) son entrenados para tratar problemas relacionados con los
movimientos y la postura. En contraste con los terapeutas ocupacionales,
tienden a enfocarse en desarrollar las habilidades motoras gruesas (por ej.:
los movimientos que involucran los músculos del cuerpo, brazos y piernas). Los
terapeutas físicos pueden ayudar a los niños con trastorno del espectro autista
que tienen dificultades con la coordinación, el equilibrio, o la planeación
motora, a moverse en su ambiente y participar más efectivamente en juegos y
actividades recreativas. Para más información, vea el sitio internet de la
Asociación Americana de Terapia Física (American
Physical Therapy Association) en: www.apta.org.
Los terapeutas del comportamiento varían en
su formación académica. Algunos tienen una certificación a través de la Junta
de Certificación de Analistas del Comportamiento (BACB por sus siglas en inglés) y tienen la designación de ser
analista de comportamiento certificado (BCBA,
Board Certified Behavior Analyst, por sus siglas en inglés). Ya sea que
usted esté tratando de encontrar a un terapeuta del comportamiento a través del
sistema de escuelas o de una organización privada, es importante saber su
formación académica y si tiene o no experiencia trabajando con niños con
trastorno del espectro autista.
Lo
más probable es que el terapeuta del comportamiento implementará una terapia
llamada análisis de comportamiento aplicado (ABA, Applied Behavior Analysis, por sus siglas en inglés). El
análisis de comportamiento aplicado es un enfoque organizado que enseña a los
niños nuevas habilidades con un refuerzo positivo y con recompensas, mientras
reduce también los comportamientos no deseados. El análisis del comportamiento
aplicado incluye muchos enfoques, pero todos trabajan con los mismos principios
básicos de comportamiento. Para los niños de edad escolar, muchos de los
principios de comportamiento se concentran en mejorar sus habilidades sociales,
manejar las transiciones inesperadas, e implementar sistemas de refuerzo para
atacar problemas específicos de comportamiento en casa, en la escuela, y en
entornos donde juegan e interactúan con otras personas.